¿Te ha llegado una multa por alcoholemia y no estás de acuerdo con ella?
Si este es tu caso, es posible que te hayas preguntado cómo es posible librarse de esta multa por alcoholemia. En esta guía encontrarás toda la información.
Además, podrás contactar sin compromiso con abogados especialistas en multas de alcoholemia de tu ciudad, quienes te asesorarán sobre las mejores estrategias y te proporcionarán la asistencia necesaria para resolver este inconveniente.
Normativa y sanciones por alcoholemia
La legislación española, a través del Reglamento General de Circulación, establece límites claros sobre las tasas de alcoholemia permitidas para los conductores. Distingue entre:
- Conductores no profesionales: 0,5 gramos/L de sangre o 0,25 miligramos/L de aire aspirado.
- Conductores noveles y profesionales: 0,3 gramos/L de sangre o 0,15 miligramos/L de aire aspirado.
- Menores de edad: Tasa permitida de 0,0.
Cualquier valor que supere estos límites se considera una infracción y está sujeto a sanciones.
Estas varían desde multas económicas hasta, en casos extremos, la pérdida de puntos del carnet o incluso la detención preventiva por un delito contra la seguridad del tráfico.
Situaciones de control y obligación de someterse a pruebas
¿Cuándo puedes ser sometido a un control de alcoholemia? Existen varias circunstancias:
- Controles rutinarios y campañas de seguridad vial.
- Participación en un accidente de tráfico.
- Conducta de conducción inusual que llame la atención de los agentes.
- Haber sido detenido por otra infracción, como exceso de velocidad.
Es necesario entender que, como conductor, estás obligado a someterte a estas pruebas bajo la legislación vigente. Negarse a hacerlo puede acarrear consecuencias aún más graves.
Estrategias para recurrir multas por alcoholemia
Aunque la mejor estrategia es siempre no conducir tras beber, si ya enfrentas una sanción, existen vías legales para recurrir:
- Segunda prueba: la legislación contempla que debe realizarse una segunda prueba tras un periodo de 10 minutos para confirmar el resultado. La ausencia de esta podría invalidar la multa.
- Información sobre alternativas: no informar al conductor de la posibilidad de someterse a una prueba de orina o sangre para contrastar los resultados puede ser motivo de recurso.
- Verificación del etilómetro: solicitar la demostración de que el dispositivo ha pasado las revisiones pertinentes es otra estrategia válida.
- Documentación completa: revisar que el expediente incluya todos los documentos necesarios, como los tickets del etilómetro.
Multas por alcoholemia en España
Cuando se trata de enfrentar las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol, el marco legal español establece una escala de multas y sanciones que varían según la gravedad de la infracción.
Comprender estas multas es esencial para cualquier conductor, ya sea para tomar conciencia del riesgo legal al que se expone o para saber qué esperar si ya ha sido detenido en un control de alcoholemia.
Multas por exceder los límites de alcoholemia permitidos
- Para tasas de alcoholemia entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l en aire espirado (0,5 g/l y 1,0 g/l en sangre para conductores no profesionales): la sanción es una multa de 500 euros y la pérdida de 4 puntos del carnet de conducir. Este rango se considera como una infracción grave pero no llega al nivel de delito penal.
- Para tasas superiores a 0,50 mg/l en aire espirado (1,0 g/l en sangre) o en caso de reincidencia dentro de un año: la multa se eleva a 1.000 euros, acompañada de la pérdida de 6 puntos. Esta sanción se aplica en un intento por disuadir la reincidencia en conductas de riesgo.
Multas penales
- Cuando la tasa de alcoholemia supera los 0,60 mg/l en aire espirado o los 1,2 g/l en sangre: la infracción trasciende el ámbito administrativo y se considera un delito contra la seguridad vial, conforme al Código Penal. En estos casos, el conductor se enfrenta a penas que pueden incluir la prisión de tres a seis meses, multas de seis a doce meses, trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en todos los casos, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo que va desde uno hasta cuatro años.
Casos específicos
- Negativa a someterse a las pruebas: la negativa a realizar las pruebas de alcoholemia constituye un delito en sí mismo, sancionado con penas aún más severas, incluida la posibilidad de prisión y la privación del derecho a conducir por un período más prolongado.
- Conductores noveles y profesionales: para este grupo, las sanciones comienzan con tasas más bajas (0,15 mg/l en aire espirado), reflejando la mayor responsabilidad y los riesgos asociados con la conducción profesional o la falta de experiencia.
¿Cómo encontrar un abogado para librarse de una multa por alcoholemia?
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