El exceso de velocidad es una de las infracciones más comunes en las carreteras.
No obstante, cuando este exceso es particularmente grave, puede tener consecuencias penales. Es en estos casos cuando se puede recurrir a un juicio rápido.
A continuación, te presentamos una guía completa sobre el juicio rápido por exceso de velocidad.
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Juicio rápido por exceso de velocidad
Un juicio rápido es un procedimiento judicial que busca agilizar ciertos delitos menos graves, entre ellos, los cometidos por exceso de velocidad considerado delito, según el Artículo 379 del Código Penal.
Para que un caso de exceso de velocidad se dirima mediante juicio rápido, debe cumplir con ciertas condiciones:
- Gravedad del exceso: no cualquier exceso de velocidad conduce a un juicio rápido. Debe tratarse de una velocidad superior en 60 km/h en ciudad o 80 km/h en carretera o autovía a la permitida reglamentariamente.
- Detención del infractor: generalmente, el conductor debe haber sido detenido tras cometer la infracción.
Procedimiento del juicio rápido por exceso de velocidad
El juicio rápido se estructura en varias fases:
- Detención y comparecencia: tras ser detenido, el infractor comparece ante el juez. En esta fase se determina si el caso procederá como juicio rápido.
- Derechos del detenido: la persona detenida tiene derecho a ser asistida por un abogado desde las primeras diligencias policiales y judiciales.
- Celeridad del proceso: una característica distintiva de este procedimiento es su rapidez. Normalmente, desde la detención hasta la celebración del juicio puede transcurrir un corto período.
- Sentencia: una vez celebrado el juicio, el juez dicta sentencia. Esta puede conllevar sanciones económicas, retirada de puntos o incluso privación del derecho a conducir.
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Penas en un juicio rápido por exceso de velocidad
El exceso de velocidad es una de las infracciones más recurrentes en el tráfico rodado.
Sin embargo, cuando esta conducta sobrepasa ciertos límites, deja de ser una mera infracción administrativa y se convierte en un delito, abriendo paso a un juicio rápido.
- Multas: una de las consecuencias más comunes es la imposición de una multa económica. La cuantía de la misma dependerá de la gravedad del exceso y de las circunstancias concurrentes. Estas multas se estructuran en cuotas diarias, cuyo número y cuantía determinará el juez basándose en la capacidad económica del condenado.
- Privación del derecho a conducir: el delito por exceso de velocidad puede acarrear la retirada del carnet de conducir. La duración de esta privación varía, pudiendo ir desde los 1 a 6 años. Esta sanción tiene un carácter rehabilitador, buscando que el infractor tome consciencia del riesgo que su conducta supone.
- Prisión: aunque es menos común, en casos de excesos de velocidad extremadamente graves o cuando concurren otras circunstancias agravantes, como conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, la pena puede ser de prisión de 3 a 6 meses.
Importancia de contar con un abogado especializado
La velocidad del proceso hace esencial contar con un abogado especializado. Este profesional no solo conoce el marco legal, sino que también sabe cómo actuar de manera rápida y efectiva para defender los derechos del conductor.
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